martes, 16 de agosto de 2016

The Roundhouse Taproom, una parada obligada en Hong Kong


Hay motivos muy diferentes para visitar Hong Kong. Mucha gente lo hace por trabajo, algunos para hacer turismo, y otros pasamos en ella unas horas porque hacemos una larga escala en el gigantesco Aeropuerto Internacional de Hong Kong (HKG), uno de los más concurridos del mundo. Si os encontráis en esta última situación, que sepáis que la visita a la ciudad merece la pena. Una vez superadas las concurridas colas de extranjería y aduanas, podéis llegar al centro de la ciudad en aproximadamente media hora por poco más de 10€ (ida y vuelta) usando el ferrocarril Airport Express. Allí os espera una ciudad vibrante, que resulta especialmente espectacular cuando cae la noche y comienza el juego de luces en sus rascacielos. Además, si sois amantes de la buena cerveza, debéis saber que, como buena ciudad cosmopolita que es, Hong Kong no se ha quedado al margen de la revolución de la cerveza artesana.


Buena prueba de ello es The Roundhouse Taproom, un excelente local ubicado en el número 62 de Peel Street, en pleno centro de la ciudad, a poco más de 15 minutos andando de las estaciones de metro Central y Hong Kong (en la cual termina el recorrido del Airport Express). En la zona podéis encontrar varios locales y tiendas especializadas muy interesantes, no os desaniméis cuando veáis que algún bar tiene "cerveza industrial española" (no diré más) en sus grifos. De entre todos estos lugares y según muchos conocedores del panorama cervecero de la ciudad, The Roundhouse Taproom es uno de los mejores bares para disfrutar de una buena cerveza en Hong Kong.

La empinada Peel Street (izquierda) 
y el exterior de The Roundhouse Taproom (derecha)

Y la verdad es que, aunque por desgracia no tuve tiempo para probar la competencia y comparar, sí puedo decir que se trata de un local más que recomendable. Lo que encontraréis allí es un bar agradable y acogedor, con una decoración moderna de estilo industrial y, lo que es más importante, un impresionante surtido de hasta 27 grifos de cerveza (3 de ellos dedicados a casks), el mayor de la ciudad. En su pizarra encontraréis grandes cervezas de todo el mundo, pero se puede distinguir una presencia especialmente importante de cervezas procedentes de diferentes lugares de Oceanía y la costa Pacífica de Asia, incluyendo por supuesto alguna cerveza elaborada en el propio Hong Kong. La oferta se complementa con un gran surtido de cervezas en botella.

Semiconductor Session IPA
En mi paso por allí, disfruté de dos de las 24 cervezas que tenían pinchadas en aquel momento. En primer lugar, la Semiconductor Session IPA, de la cervecera 8 Wired Brewing Co., con sede en Nueva Zelanda. La Semiconductor es una American IPA de sesión de 4,4% ABV y 30 IBU, muy rica, bastante amarga y algo seca. Me dieron a probar otras dos cervezas de 8 Wired, y la verdad es que todas estaban realmente buenas, así que yo al menos no pienso perderles la pista a estos cerveceros neozelandeses. Lo malo es que, al menos por el momento, parece bastante complicado encontrar sus referencias en España. A continuación, probé la GaLactic Sour IPA, versión "salvaje" de una American IPA elaborada en Hong Kong por Young Master Ales. Se trata de una cerveza muy refrescante, de 5,9% ABV y 45 IBU, con un logradísimo equilibrio entre acidez y amargor.


Para acompañar estas cervezas tiré de la carta de aperitivos de The Roundhouse Taproom, que tenía muy buena pinta, y vaya si fue un acierto. La elección fue un abundante plato de alitas de pollo deshuesadas, muy tiernas, con un rebozado delicioso y una salsa picante que maridaba a la perfección con las cervezas elegidas, especialmente con la GaLactic.

Aparte de las tremendas cervezas y la buena comida, resulta que la atención que uno recibe en The Roundhouse Taproom es excelente, sus camareros son atentos y agradables, y varios de ellos cuentan con el título Certified Beer Server del Cicerone Certification Program. Es decir, muy buena gente que, además, sabe lo que se hace. En cuanto al precio, una pinta de Semiconductor, media pinta de GaLactic y las alitas sumaron un total de 219 HK$ (unos 25 €). Puede parecer mucho, pero no hay que olvidar que los precios en Hong Kong tienden a ser algo más altos que en España.

En conclusión, un local más que recomendable, una parada obligada para l@s cervecívor@s que os dejéis caer por la gran ciudad de Hong Kong.

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