martes, 8 de marzo de 2016

María Soliña, la cerveza ahumada que te convencerá


Cuenta la gente del lugar que tras la invasión turco berberisca sufrida por Cangas en 1617, este pueblo marinero quedó arrasado y perdió su esplendor económico. Por culpa de esto, muchas viudas enloquecieron, entre ellas María Soliño, oriunda de Aldán y heredera de una buena fortuna.
Solía acercarse con tristeza y añoranza por las noches a la playa de Areas Gordas, donde murieron su marido, su hermano y uno de sus hijos defendiendo, junto a ella, el pueblo del asedio. Esto le sirvió a la Nobleza y a la Santa Inquisición para detenerla, torturarla, acusarla de brujería y quemarla, con el único fin de desposeerla de sus bienes.
"Ai, que soliña quedache, María Soliña..." (Ay, qué solita te quedaste, María Soliña)

Con este breve relato, que narra la historia del personaje al que debe su nombre, se presenta María Soliña, una de las obras más recientes de Adegas Menduiña. No es la primera vez que hablamos de las creaciones de esta cervecera de Cangas d'O Morrazo (Pontevedra), en otras ocasiones habíamos probado Barda y Santa Compaña, y de hecho esta última fue la primera cata publicada por Cervecívoros, más tarde repetida con motivo de su presentación en el BBF16. En ambos casos se trataba de cervezas tipo Ale, pero María Soliña es una Lager, más concretamente una Rauchbier. Este estilo, cuyo nombre significa "cerveza ahumada" en alemán, es originario de la ciudad bávara de Bamberg, donde surgió como una variante del estilo Märzen elaborada con malta ahumada, la cual le da su aroma y sabor característicos.

María Soliña es una cerveza de color castaño intenso con reflejos ámbar, brillante y sin apenas turbidez. Su espuma de color crema es escasa y poco persistente. Posee un aroma delicioso, casi adictivo, caracterizado por el punto justo de ahumado y con un toque dulce que recuerda a dátiles y caramelo. Las buenas sensaciones continúan en boca, donde percibimos un cuerpo medio y un sabor suavemente dulce, de nuevo intensamente ahumado pero sin llegar al exceso. En medio del ahumado se distinguen notas de madera y miel. El alcohol está muy bien integrado y el agradable final, ligeramente seco, siempre pide a gritos un trago más.

Se trata, en definitiva, de una gran cerveza, muy bebible a pesar de su 7% de alcohol y de pertenecer a un estilo arriesgado. Las cervezas ahumadas suelen ser peculiares, difíciles, resultando empalagosas para mucha gente después de pocos tragos. Sin embargo, hemos podido comprobar como María Soliña encandilaba a paladares de gustos diversos, algunos de ellos desencantados en ocasiones anteriores por otras cervezas ahumadas. Y es que no hablamos de una ahumada cualquiera, María Soliña ha sido recientemente premiada con la medalla de plata en la categoría "Specialty Smoked Beer" del Barcelona Beer Challenge 2016, un reconocimiento más que merecido.

Dicho esto, será una excelente compañía para todo tipo de ahumados, pero también combina a la perfección con carnes a la brasa.

Estilo: Rauchbier
ABV: 7,0%
Amargor: 25 IBU

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